Pocas veces se ha dado tal sorprendente profundidad de análisis en tan superficial apariencia como la que existe en esta apasionante investigación sobre la figura del “10”, llena de insospechadas revelaciones.
El jugador más grande de todos los tiempos ha sido adorado y crucificado por sus más fervientes y devotos seguidores. Sin embargo, el secreto de su magnetismo, de su endiosamiento y demonisación, aún permanece sin develar... Hasta ahora.
En palabras del autor:
“¡Maradona es D1OS!”
Pero “D1OS”, no DIOS.
Y Maradona
“El nombre”, no el hombre.
EN EL NOMBRE
ESTÁ D1OS,
Y EN EL HOMBRE,
EL DON QUE LOS HACE
CONFUNDINLES
Parafraseando al Maestro Zen:
“Antes de que yo leyera la obra,
Maradona era para mí sólo Maradona.
Mientras iba leyendo la obra,
Maradona ya no era Maradona.
Ahora que leí la obra,
Maradona es Maradona”.